domingo, 29 de mayo de 2011

Gallerie degli Uffizi, Florencia.

















Alegoría de la Primavera de Sandro Botticelli. Espléndida y cautivante escena de este pintor de la Escuela Florentina, de complejo simbolismo Neoplatónico, característico de la filosofía del Quattrocento.





Preámbulo

Para una complicidad más real, imagínese el visitante en una de las salas de la Galería, sorprendido por la elegancia de la arquitectura y la decoración prolija y magnifica de innumerables obras de arte, y también por cierto una riquísima colección de Obras Maestras del arte de la pintura.
Se invita al goce y deleite de cada pieza de esta exposición que se acompaña con un esbozo de una Historia de la Cultura.


Rinascita di Fiorenza

Renacimiento fué el concepto inventado por el artista italiano Giorgio Vasari (1511-1574) para expresar el acontecer de un continuo renacer en las artes y el pensamiento, siendo él participe de ello y dejando testimonio de su época en una portentosa enciclopedia de biografías: "Vidas de los mejores arquitectos, pintores y escultores italianos desde Cimabue hasta nuestros tiempos". Obra que fué editada en 1550. Ahora bien, para un historiador del siglo XX -Albert L. Fisher- sería natural que el Renacimiento de las artes y las letras europeas tuviese inicio en Italia: "en un país en el que los mármoles antiguos todavía blanqueaban entre alamos y olivares, porque en él la tradición brotada de la época clásica nunca se había interrumpido del todo". Ciertamente había una poderosísima luz interior proyectada no sólo por la linterna de Diógenes -buscando al hombre verdadero-, también estaba toda la antigüedad Greco-romana acompañandole en ese afán. Todo esto puede justificar que a la Florencia del Renacimiento se le llame "la Atenas de Italia".


Pero Giorgio Vasari -arquitecto, pintor y escritor-, que pudo admirar las obras recién ejecutadas por Miguel Angel, Bramante o Pontormo; que fuera autor de los frescos de el Juicio Final para la cúpula de la Basílica Santa María del Fiori; que estubo encargado de decorar las salas real y de la cancillería en el Vaticano; que fué fundador de la Academia del Disegno con Miguel Angel como gran maestro, etcétera, bien podía transmitirnos en sus Vidas... cierta credulidad.

Vasari fue también el encargado de la construcción del Palazzo degli Uffizi, destinado a las oficinas de las magistraturas de la República Florentina, y que pasado unos siglos albergaría a las espléndidas y exquisitas colecciones de obras de arte pertenecientes a la fastuosa e influyente familia Médicis (familia de exitosos banqueros florentinos; primeras magistraturas de Florencia entre los siglos XV y XVIII; primera dignidad para el mundo cristiano con Giovanni de Médicis coronado Papa como Leon X y Giulio de Médicis como Clemente VII; también ilustradísimos y entusiastas Mecenas del Renacimiento -como los Gonzaga en Mantua, los Sforza en Milán, los Farnesio en Parma o los Borgia en Roma).
















Dibujo de la ciudad de Florencia, con el río Arno que baja cruzándola.



Para la Historia de la Cultura en general y del Arte en particular, Florencia sera siempre una de las ciudades de mayor riqueza en cuanto a "historias" se trata ... Florencia es la ciudad natal de Dante Alighieri, autor de la Divina Comedia, obra maestra de la literatura de todos los tiempos. Y es en la literatura y el pensamiento donde amanece el Renacimiento . La preferencia de los intelectuales del Trecento por los studia humanitatis en desmedro de los studia divinitatis fija el nombre al movimiento cultural llamado Humanismo, firme base teórica para los artistas del Renacimiento.

























Dante Alighieri. Angelo Bronzino.


El Arte de la Pintura

Contemporáneo de Dante y con quien trabo amistad y le admiro fue el pintor Giotto di Bondone, de extraordinaria fama y éxito en vida e inmortalizado hacia la posteridad. Con él la pintura entra hacia un espacio nuevo, pletórico de posibilidades, que los artistas posteriores sabrán cultivar con admirable grazia. Fra Angelico, Masaccio, Ucello, Lippi, Botticelli, Da Vinci, o Miguel Ángel serán deudores de Giotto; también se puede añadir que las maravillas del Cinquecento habrían sido imposibles sin los laboriosos experimentos del Quattrocento y estos artistas inspirados en los descubrimientos de la obra de Giotto.















Vida de San Francisco, donde entrega su manto a un hombre pobre. Giotto di Bondone.















Madonna Ognissanti. Giotto di Bondone. Galería degli Uffizi.
















Coronación de la Virgen. Fra Angelico. Galería degli Uffizi.













Tributo de la moneda. Masaccio. Capilla Brancacci, Florencia.
















Adoración del niño. Fillipo Lippi. Galería degli Uffizi.















Batalla de San Romano. Paolo Ucello. Galería degli Uffizi.



Adoración de los Magos. Andrea Mantegna. Galería degli Uffizi.



Retrato de Battista Sforza y Federico Montefeltro. Piero della Francesca. Galería degli Uffizi.



Sandro Botticelli




Botticelli es el pintor mejor representado en la Uffizi, quizás por ser el artista predilecto de los Médicis durante el periodo de mayor esplendor, o tal vez por que su obra es cima, cúmulo y síntesis ideal del arte de sus predecesores florentinos: su maestro Filippo Lippi, Masaccio o Giotto.
El nacimiento de Venus o su Alegoría de la Primavera son sin duda las más preciosas joyas de la Galería, ambas plenas de significaciones teoréticas muy del gusto de Marsilio Ficino, tutor de Lorenzo de Médicis, "el magnífico".
En lo respecta a la vida de Botticelli, ésta estuvo envuelta por las grandes controversias ideológicas de la época: Neoplatónico bajo la protección de los Médicis; místico correligionario del monje Savonarola, que llamaba al arrepentimiento y al buen camino antes del Juicio Final -temor propio de finales de siglo. Se cree que varias de sus obras fueron quemadas en la hoguera de las vanidades.

El nacimiento de Venus. Galería degli Uffizi.




Alegoría de la Primavera. Galería degli Uffizi.
















Lorenzo de Médicis, llamado "El Magnífico". Giorgio Vasari. Galería degli Uffizi.




La Anunciación. Galería degli Uffizi.


Adoración de los Magos. Galería degli Uffizi.















Detalle de La Adoración de los Magos con el autorretrato del pintor.



La calumnia de Apeles. Galería degli Uffizi.



Madonna del Magnificat. Galería degli Uffizi.






Tránsito del Quattrocento al Cinquecento



Cosimo de Médicis, ávido coleccionista de libros y de obras de arte decidió la fundación de una Academia de Filosofía, siendo su primer director Marsilio Ficino -que junto a Pico della Mirandola son los más destacados filósofos de la época. El estudio de la antigüedad clásica y el Neoplatonismo, la obra de Dante, de Petrarca y de Boccaccio son los temas predilectos a discutir, y una pasión inquietante e insaciable por el saber será el ánimo. También se fundó la Academia de Bellas Artes cuyo director fue un discípulo del escultor Donatello.


"Libros y arquitectura, erudición pujante y arte determinaban el clima espiritual del ámbito académico en el que ingresó Miguel Ángel cuando se le abrieron las puertas del Jardín de los Médicis"-escribe Heinrich Koch en su vibrante biografía de Miguel Ángel.


Como testimonio arquitectónico que puede arrojar aun más luz sobre el extraordinario ambiente cultural que se generó en Florencia durante el Renacimiento está luciendo magnífica, delicadamente hermosa y perfectamente mantenida hasta hoy la gran Basílica Santa María de las Flores, en cuyo proyecto, contrucción y decoración participaron artistas como Brunelleschi, Ghiberti, Donatello, Ucello, Del Castagno, Ghirlandaio o Vasari. Arquitectos, escultores y pintores de gran prestigio entonces y luego de fama imperecedera -como Fidias, el constructor del Partenon en Atenas, que después de 2400 años aún se le sigue admirando. Y la Basílica una espléndida síntesis del quehacer artístico en Florencia desde 1296, cuando fuera diseñada por Arnoldo di Cambio -también con proyectos de Giotto-, hasta 1436 cuando fue consagrada por el Papa Eugenio IV. Diversos trabajos continuarían en el tiempo como los frescos de la cúpula por Vasari y Zuchero entre 1568 y 1579.
Podemos añadir que esta Basílica fue la más grandiosa construcción del mundo cristiano antes de la Basílica de San Pedro en Roma.



Basílica Santa María dei Fiori.




El bautismo de cristo. Andrea Verrocchio. Galería degli Uffizi.













Madonna con el niño y santos. Domenico Ghirlandaio. Galería degli Uffizi.










Perseo liberando a Andrómeda. Piero di Cosimo. Galería degli Uffizi.














Agonía en el jardín. Pietro Perugino. Galería degli Uffizi.










La Anunciación. Leonardo Da Vinci. Galería degli Uffizi.



Il Cinquecento










La última cena. Leonardo Da Vinci. Refectorio del convento de Santa Maria delle Grazie, Milán.


En 1504 Rafael Zancio llega a Florencia donde permanecera por cuatro años trabajando en el taller de Perugino quien a su vez se hizo maestro en el taller de Verrocchio, el maestro de Leonardo. Al respecto Vasari nos comenta lo siguiente: "Estudió Rafael en Florencia las viejas cosas de Masaccio, y los trabajos de Leonardo y Miguel Ángel, y lo que vio de ellos fue causa de aumentar el estudio para mejorar y crecer en su arte..."

Por entonces Leonardo da Vinci (ejemplo de tránsito del Quattocento al Cinquecento, y por sus multiples inquietudes, paradigma de "hombre del Renacimiento") trabaja en Florencia los frescos para la Sala del Consejo del Palazzo della Signoria, obras que dejaría inconclusas. Empero, ya tiene a su haber La última cena, La virgen de las rocas o La Gioconda, verdaderos pasaportes para visitar las más fastuosas cortes de Italia o Francia, y después adoración perpetua.

Miguel Ángel por su parte es ya un escultor admirado. Entre 1498 y 1499 esculpe la Pieta, obra que continua siendo una de la más extraordinarias obras de la historia del arte.
Para 1504 ha terminado el David -monumental escultura que simbolizaba la liberación de la ciudad. Para su emplazamiento se reune una comisión integrada por Andrea della Robia, Simone de Pollaiuolo, Sandro Botticelli, Antonio da Sangallo, Leonardo Da Vinci, Pietro Perugino y Lorenzo di Credi... Cuando más tarde Rafael sea llamado a Roma por el Papa Julio II para pintar las Estancias Vaticanas inmortalizara a varios de sus contemporáneos en sus monumentales escenas, como en La Scuola di Atene, otorgándole el papel de Platón a Da Vinci, el de Heráclito a Miguel Ángel o el de Euclides a Bramante -su coterraneo y amigo que estaba en Roma desde 1503 con la misión de reconstruir la Basílica de San Pedro.














Madonna del Jilguero. Rafael Zancio. Galería degli Uffizi.
















Retrato del Papa Julio II. Rafael Zancio. Galería degli Uffizi.
















El Papa Leon X (Giovanni Médicis). Rafael Zancio. Galería degli Uffizi.
















La Pietá. Miguel Angel Buonarrotti. Basílica de San Pedro, Roma.

















David. Miguel Angel Buonarrotti. Galería de la Academia, Florencia.


En 1506 mientras Miguel Ángel espera ansioso los bloques de mármol de Carrara para la construcción del monumento funerario para Julio II (donde esculpirá al soberbio Moisés) ocurre el sensacional hallazgo del Laocoonte, obra escultórica que tenía más de 1400 años de ser concebida por escultores griegos -en Rodas, aproximadamente el año 40 d.C. Maravillado Miguel Ángel ante tan portentoso ejemplo de la antigüedad acometió con energía de héroe mitológico innumerables tareas donde siempre saldría airoso: Tumba de Julio II, Panteón de los Médicis, frescos en la bóveda de la Capilla Sixtina, Cúpula de la Basílica de San Pedro, fresco del Juicio Final sobre el altar de la Capilla Sixtina, etc.

"La cúpula de Miguel Ángel, de dimensiones considerablemente superiores a las de antiguos proyectos, ofrece desde el exterior quizá la vista más bella y grandiosa que haya logrado jamás la arquitectura en toda su historia".

Jacob Burckhardt. La Cultura del Renacimiento en Italia.


















El Laocoonte
















Retrato de Miguel Angel. Sebastiano del Piombo.





Escuela Veneciana









Sacra Alegoría. Giovanni Bellini. Galería degli Uffizi.















Moisés en la prueba del oro y el fuego. Giorgione. Galería degli Uffizi.















Susana y los viejos. Lorenzo lotto. Galería degli Uffizi.


Sagrada familia. Palma il Vechio. Galería degli Uffizi.




Venus de Urbino. Tiziano Vecelio. Galería degli Uffizi.













Vista nocturna de la entrada a la Galeria degli Uffizi con el Palazzo Vechio al fondo.


El Manierismo


Madonna con santos. Parmigianino. Galería degli Uffizi.















Cena de Emaús. Jacopo Pontormo. Galería degli Uffizi.















Leda y el cisne. Jacopo Pontormo. Galería degli Uffizi.















Galatea y Pigmalión. Angelo Bronzino. Galería degli Uffizi.


El sacrificio de Isacc. Michelangelo Caravaggio. Galería degli Uffizi.


Pintores Extranjeros en la Uffizi















Sepelio de Cristo. Van der Weyden. Galería degli Uffizi.












Adoración de los pastores. Van der Goes. Galería degli Uffizi.













Adoración de los Magos. Alberto Durero. Galería degli Uffizi.















Autorretrato. Rembrandt van Rijn. Galería degli Uffizi.















Baco sobre un barril. Pedro Pablo Rubens. Galería degli Uffizi.















Autorretrato. Diego Velázquez. Galería degli Uffizi.















Frans Hals. Galería degli Uffizi.